- El aceite de oliva: muchos estudios afirman que el consumo regular de este ingrediente ayuda a reducir las posibilidades de padecer cáncer por sus poderosos antioxidantes.
- El brócoli: es un vegetal rico en sulforafano que ayuda a eliminar sustancias tóxicas del organismo, entre ellas las células cancerígenas. Además puede detener el proceso de proliferación de estas células malignas. Consumirlo con regularidad en la semana reduce a la mitad el riesgo de sufrir esta patología.
- La cúrcuma: es una especia que tiene cualidades antiinflamatorias, favorece que las células malignas no proliferen. Contiene curcuminoides, son antitrombóticos, que ayudan a la fluidez de la sangre y evita la formación de trombos.
- Los frutos secos: contienen ácido fólico y vitamina B6, sobre todo las nueces. Su contenido en ácidos grasos, antioxidantes, omega 3 y fitoesteroles retrasan el crecimiento del cáncer.
- Legumbres: aportan muchísima fibra y ayudan a la absorción intestinal de la glucosa, evitan los picos de azúcar en la sangre. Cuando sube la glucosa produce insulina y esto a su vez estimula los ovarios que producen más estrógenos, lo que aumenta el riesgo de cáncer.
- Frutas como la manzana o granada: son antioxidantes al igual que los frutos rojos que protegen las células de los radicales libres. Contienen ácido elágico que combate la proliferación de las células cancerígenas.
- El yogurt: es rico en probióticos que activan el sistema inmunitario, protegiendo y evitando la expansión de las células cancerígenas.