No importa si estás entrenando para un maratón o si tienes miles de cosas que hacer en tu día a día, la verdad es que hay muchas razones para querer desarrollar una buena resistencia física. La mayoría de veces nos enfocamos solo en la apariencia y la fuerza que vamos desarrollando y dejamos de lado la resistencia física, que es lo que nos permitirá aguantar cada vez más los ejercicios y, por tanto, trabajar mejor nuestro cuerpo.
¿Qué es la resistencia física?
La resistencia física es la capacidad mental y física para mantener una actividad durante un periodo prolongado. Se compone de dos elementos: la resistencia cardiovascular y la resistencia muscular. La resistencia cardiovascular es la capacidad del corazón y de los pulmones para proveer oxígeno al cuerpo, mientras que la resistencia muscular es la capacidad que tienen los músculos para trabajar de forma continua sin cansarse. Asimismo, no podemos dejar fuera el aspecto mental, que tiene un papel clave, en específico, en esfuerzos de larga duración como los que demanda trabajar la resistencia física.
¿Qué factores influyen en la resistencia física?
Sabiendo que la resistencia física es la capacidad que se tiene para realizar una actividad durante un tiempo prolongado, tenemos que considerar los factores que influyen en esta capacidad. Ahora te explico cuáles son los principales.
- Sistema de reservorio de energía
Tenemos tres tipos de sistemas de energía: sistema de fosfágenos, que nos brinda energía inmediata y es importante en actividades cortas y de alta intensidad (5-15 minutos). Sistema glucolítico, que nos provee energía a corto plazo mediante resistencia anaeróbica láctica, la cual consiste en ejecutar movimientos a máxima velocidad por un tiempo corto (5-20 segundos). Sistema aeróbico, el cual brinda energía a largo plazo mediante resistencia aeróbica. En actividades de más de 40 minutos, se emplean los ácidos grasos y después de 60 min., las proteínas.
- Aspectos mentales
Es el modo en que se enfrentan o superan las imposiciones de fatiga muscular. Es necesario trabajar este aspecto si se quiere ir más allá de los límites que se tienen en el momento e incrementar la resistencia física.
- Fibras musculares
Las fibras musculares son esenciales para la resistencia física porque se activan según el tipo de trabajo que se realiza. Hay dos tipos: fibras lentas o de tipo I, que se activan en el trabajo aeróbico largo de baja intensidad, porque son menos susceptibles a fatigarse. Fibras rápidas o de tipo II, las cuales poseen más fatigabilidad y son las más adaptadas durante el trabajo anaeróbico.
- Reacciones enzimáticas
Las enzimas son catalizadores de reacciones químicas, esto quiere decir que son las que aceleran las reacciones. Cuantas más enzimas tengas en funcionamiento, más resistencia tendrás, dependiendo de la vía energética que emplees.
- Capacidad cardiovascular
Finalmente, otro elemento que es clave para tener una buena resistencia física es nuestra capacidad cardiovascular, es decir, todos los elementos que entran en juego y que determinan nuestro volumen máximo de oxígeno (VO2). Entre más alto sea el VO2, mayor es la resistencia física. Aquí entran tres factores:
-Capacidad de absorción: la cantidad de oxígeno que puedes transportar del alvéolo a la sangre.
-Transporte de oxígeno a la sangre.
-Intercambio gaseoso: el paso del oxígeno de la arteria a la célula.
-Corazón: es el órgano que condiciona la resistencia, pues se encarga de que funcione todo nuestro sistema circulatorio.