Octubre es el mes para crear conciencia y hacer que mes a mes te enfoques en estar lo más saludable posible.
Este es el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, y es que si bien hay algunos factores de riesgo para este tipo de cáncer que quizá no podemos prevenir, sí podemos luchar contra ellos.
Ahora, ¿cuáles son estos factores?, pues la predisposición genética, la nuliparidad o un primer parto tardío, y la enfermedad fibroquística son algunos de ellos. Entonces, es muy importante que creemos un ambiente saludable en nuestro organismo, así será menos probable que las células tumorales proliferen.
1. Alcanza un balance hormonal, comenzando con la insulina, ella mantiene el azúcar en sangre en sus niveles adecuados, si existe resistencia a la insulina, se necesitará más insulina para para mantener los niveles de glucosa en el lugar correcto. Incontables estudios muestran que los niveles de insulina elevados incrementan el riesgo de carcinoma mamario, porque la resistencia a la insulina causa acumulación de grasa abdominal, y la grasa abdominal también es un factor de riesgo para el crecimiento de células neoplásicas (tumorales).
2. El estrógeno es otra de las hormonas que necesitamos mantener en sus niveles adecuados. Los anticonceptivos estrogénicos y las terapias de remplazo hormonal son factores de riesgo, alteran nuestro organismo, y todo lo que altere nuestro funcionamiento normal no es saludable.
Los vegetales crucíferos como el brócoli, la coliflor, el repollo y la col rizada ayudan a mantener los estrógenos en niveles adecuados.
3. Aumenta la ingesta de fibra. Qué tu objetivo sea consumir 35 gr. de fibra al día, incluye vegetales, frutas, granos, frutos secos y alimentos integrales.
4. Aumenta los fitonutrientes y micronutrientes en la dieta. Come abundantes frutas y vegetales a diario. Los carotenoides que se encuentran en los vegetales y frutas naranjas, amarillas y rojas, están relacionados con la disminución del riesgo de cáncer. Piensa en un arcoíris, mientras más variedad de colores, mejor.
5. Disminuye la ingesta de la carne roja. Algunos estudios concluyen que eleva el riesgo de cáncer mamario. Investigadores de la Universidad de California, escuela de medicina de San Diego, encontraron que la carne roja contiene una molécula que los seres humanos no producen naturalmente llamada Neu5Gc. Después de la ingestión de este compuesto, el cuerpo desarrolla anticuerpos anti-Neu5Gc – una respuesta inmune que puede desencadenar respuesta crónica inflamatoria, e indirectamente podría alimentar cánceres preexistentes mediante el aumento de los capilares. Estos capilares nutren tanto las células saludables como las no saludables.
6. Aléjate de las toxinas , algunas de ellas actúan como hormonas, son disruptores hormonales : el BPA ( encontrado en plásticos ), pesticidas y parabenos . Escoge productos orgánicos para el jardín; utiliza botellas de acero inoxidable o vidrio y no las plásticas que contienen BPA; busca productos cosméticos y corporales libre de parabenos y ftalatos.
7. Haz ejercicio de 3 a 5 días a la semana durante 46 min para mantener los niveles de insulina y tu peso bajo control. El aumento de peso incrementa el riesgo de padecer cáncer, y el ejercicio reduce esos factores de riesgo, tales como el estrógeno, la inflamación y el estrés oxidativo (que es el que produce los radicales libres).
8. Duerme bien, así mejorarás la insulina, reducirás el cortisol y reforzarás tu sistema inmunológico.
9. Toma probióticos. De 10 a 20 billones dos veces al día ayuda a tener las cantidades adecuadas de bacterias en el sistema digestivo para movilizar y eliminar el estrógeno y otras toxinas.
10. Reduce la ingesta de alcohol, menos es más.
11. Practícate la autoexploración mamaria. Esta es una medida que salva vidas, pues con solo examinarte mensualmente puedes detectar cualquier anormalidad en tu tejido mamario.
Normalmente, el tejido mamario es de aspecto grumoso debido a los ductos mamarios, pero eso no debe alarmarte, es importante que conozcas tu tejido para que puedas detectar algo fuera de lo normal. Lo que sí debe llamar tu atención es algún nódulo que parezca fijo y que anteriormente no palpaste, que sea diferente a lo usual. Si esto llega a suceder, debes ir al ginecólogo, realizarte una ecografía mamaria y una mamografía. Actualmente también existe la termografía, pero ésta no detecta los tumores pequeños ni los más profundos.
¿A qué edad debe realizarse la mamografía?
Se recomienda que toda mujer se realice una mamografía a partir de los 35 años, y aquellas mujeres que tienen historia familiar de cáncer de mama deben realizarse el examen a partir de los 30 años.
Como Patólogo, he visto cáncer de mama incluso en menores de 30 años, por lo cual recomiendo que no dejen de realizarse la mamografía cuando les llegue el momento.
Recuerden que el cáncer de mama no es saber usar un lazo rosa, ni para que se quede en la caminata del mes de octubre…aunque todo eso crea conciencia, lo más importante es saber prevenir.
Imagen destacada vía Vidaprofesional
