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Los estiramientos y el entrenamiento

Los estiramientos y el entrenamiento
Uno de los consejos básicos que doy a la hora de realizar una rutina de entrenamiento es hacer estiramientos, porque ayudan a que el trabajo muscular sea más efectivo. Lo primero que debes entender es que hay dos tipos de estiramiento: los estiramientos estáticos y los dinámicos. Antes de iniciar el entrenamiento, lo mejor es evitar los estiramientos estáticos, que son aquellos en los que sostienes la posición durante varios segundos. Este tipo de estiramiento debe hacerse después y no antes de entrenar, ya que te hace más propenso a sufrir lesiones y disminuye tu fuerza. Ahora, los estiramientos que podrías hacer antes de entrenar son los dinámicos, que son estiramientos activos. En lugar de sentarte y halar o empujar piernas y brazos durante algunos segundos, estás en constante movimiento. Este tipo de estiramiento ayuda a que tu cuerpo mantenga una temperatura más elevada y prepara a los músculos para los ejercicios, para una mayor flexibilidad y para un mejor rango de movimiento. Los estiramientos estáticos también son muy beneficiosos, pero es mejor hacerlos después del entrenamiento, porque tus músculos están calientes y la circulación es mejor. Cuando entrenas, el ácido láctico satura tus músculos, lo que produce dolor y fatiga muscular momentánea. Estirar luego de entrenar ayuda a reducir este tipo de dolor. Imagina que tu músculo es un trapo cargado de agua, y el agua cumple el papel de ácido láctico, cuando estiras es como si exprimieras ese trapo. Los estiramientos también ayudan a que tus músculos se recuperen más rápido luego de un entrenamiento intenso. Además, cuando estiras después de entrenar es menos probable que te lesiones en tu próximo entrenamiento, porque tus músculos estarán en mejor estado.

Imagen destacada vía livefitlean