Una forma de controlar mejor el apetito, tener más energía y perder grasa corporal es combinando siempre el carbohidrato con algo de proteínas. La proteína ayuda a acelerar el metabolismo y a construir/proteger la masa muscular, mientras que el carbohidrato te da la energía que necesita tu cuerpo, en especial tus músculos y tu cerebro.
Cuando consumes proteína, tu metabolismo puede incrementarse hasta en un 25%, ya que el cuerpo quema un 30% de sus calorías durante la digestión. Al combinar este macronutriente con el carbohidrato, tiende a disminuir la carga glucémica del mismo, es decir que segregas menos insulina cuando consumes un carbohidrato acompañado de una fuente de proteína, en comparación a cuando lo comes solo.
Cuando comes el carbohidrato solo se digiere muy rápido, por esta razón el azúcar en la sangre sube en mayor proporción y segregas más insulina. Esto no es precisamente bueno cuando la meta es perder grasa porque cuando la insulina se eleva por las nubes, quemas menos grasa como combustible y tiendes a acumularla.
Ahora, cuando combinas el carbohidrato con proteína, ella actúa como su policía, detiene al carbohidrato, sube poco a poco el azúcar en la sangre y segregas menos insulina.
Hay quienes dicen que como la proteína y el carbohidrato requieren diferentes enzimas para ser digeridos se deberían comer por separado. Lo cierto es que tu sistema digestivo puede digerir varios alimentos a la vez, está diseñado para eso. Por ejemplo: desayunar avena es buenísimo, pero juntar la avena con claras de huevo es muchísimo mejor, es un arma contra la ansiedad y el apetito.
Y para esas personas que dicen que ambos macronutrientes deben comerse por separado, aquí les dejo una pregunta: si no se pueden juntar proteínas y carbohidratos, ¿por qué Dios creó las lentejas?, un alimento que contiene tanto carbohidratos como proteínas, todo en uno.
Recuerda que todo es cuestión de estrategia y organización.