Si de algo hay que estar claros es de que los carbohidratos son la gasolina que le da energía al cuerpo para afrontar el dia a dia.
Además de esto, desempeñan un papel vital en la digestión, la asimilación en el metabolismo y la oxidación de proteínas y grasas. Junto con estos, los carbohidratos forman los tres principales macronutrientes que son esenciales en una dieta equilibrada
Lo que no sabemos es diferenciar la calidad de esos carbs. Estos cambian según su composición química.
No todos los carbohidratos aportan los mismos nutrientes que los otros, uno siempre son mejores opciones que algunos que solo aportan calorías y un poco combustible que se acaba de la nada, los llamados carbohidratos simples.
Los carbohidratos complejos cuentan con un valor nutricional mucho mayor que los simples. Estos contienen fibras y vitaminas que tardan en asimilar el cuerpo y por lo tanto la energía que proporcionan es más duradera.
Diferencias entre los Carbs simples y los complejos:
Como su nombre lo indica los carbs simples se forman de azúcar simple con unas estructura química que se compone de una o dos azucares refinados, se digieren rápidamente y generan muy poco valor nutritivo, ya que, no contienen suficientes nutrientes esenciales. Estos ya debes saber cuáles son: Las harinas refinadas, pan blanco, dulces, golosinas, tortas, azúcar, los sirup, la miel, las mermeladas, pudines, cereales envasados, chocolates, pasteles, etc. Toda esa comida adictiva que nos encanta y que no nos deja más que querer comer más de ello.
Las frutas también son consideradas carbohidratos simples, pero a diferencia de los alimentos antes mencionados, estas sí contienen elementos que nuestro cuerpo sabe aprovechar: fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes y son ideales para comerlas a diario cuidando las porciones y la hora en que se ingieren.
Los complejos tienen una estructura química más estructurada y tardan mucho más en digerirse por lo que no hace aumentar los niveles de azúcar en la sangre y actúan como la gasolina del organismo para la producción de energía. Muchos de estos alimentos son por lo general verduras: Calabacín, brocolí, judías, legumbres, lentejas, garbanzos, entre otras.
La diferencia entre carbohidratos simples y complejos reside más que nada en que los primeros son para uso inmediato y se no se utiliza se almacena en el hígado y se convierte en grasa depositándose en los tejidos para usarse en un futuro. En cambio los últimos contienen un valor nutricional alto, de los cuales tienen innumerables beneficios para nuestro cuerpo y nos aporta la energía necesaria. Así que antes de irte de boca, ¡elige bien!
