Muchas personas se preguntan si es posible adelgazar sin hacer ejercicio. Cuando se lleva una vida sedentaria, cuesta más decidirse a ponerse en marcha que hacerlo una vez tomada la decisión. Adelgazar sin ejercicio no es imposible, pero es más rápido y saludable combinar dieta y ejercicio. Aunque este no tiene por qué ser exigente desde el primer día. Puede comenzar por un cambio de hábitos que impulse el proceso de adelgazamiento y te ayude a lograr tus objetivos con paso firme.

Sigue una dieta hipocalórica: debes tener en cuenta que al perder peso sin hacer ejercicio perderás también masa muscular. No estarás quemando grasas, sino tejido muscular y este es necesario para el cuerpo. Además, es importante que seas consciente de que el músculo para su mantenimiento quema más calorías que el tejido adiposo. Es decir, que un cuerpo musculado es capaz de quemar más rápidamente calorías incluso en reposo. Y es más resistente al indeseado efecto yo-yo.

El cuerpo humano no es una máquina robotizada y en ella influyen demasiados factores. Pero en condiciones normales, podremos decir que si quieres perder peso sin adelgazar, debes seguir una dieta hipocalórica y equilibrada. Ingerir menos calorías de las que tu cuerpo consume es esencial para perder peso sin ejercicio. Pero siempre manteniendo el adecuado equilibrio entre nutrientes dentro de una dieta saludable.

-El 50 % de las calorías consumidas a diario debe proceder de alimentos clasificados como fuente de hidratos de carbono de absorción lenta. Es el caso, entre otros, de patatas y cereales integrales.

- Un 20 % de las calorías de la dieta deben provenir de proteínas de alto valor biológico. Es el caso del huevo, la carne magra, el pescado o los preparados de proteínas.

- Es preciso un bajo aporte de grasas saludables diario procedentes de semillas, frutos secos o pescado azul, fuente de ácidos grasos esenciales.

- Recuerda que es importante consumir a diario alimentos ricos en fibra como las verduras y las frutas.

Evita los antojos de comer sin control: el estrés, los nervios o determinados actos sociales pueden poner a prueba tu determinación y empujarte a comer sin control o a tomar alimentos insanos o hipercalóricos. Conoce cuáles son las situaciones que te generan ansiedad y te hacen comer compulsivamente, así podrás evitarlas.

Dormir bien: si deseas saber cómo perder peso sin hacer ejercicio, debes conocer la importancia del sueño para adelgazar. Durante el sueño tienen lugar algunos procesos relacionados con el metabolismo y dormir poco o mal es un impedimento para adelgazar sin ejercicio.

Por ejemplo, cuando se duermen pocas horas o el sueño se interrumpe con frecuencia, aumentan los niveles de grelina. Quizá no te suene el nombre, pero tiene una gran importancia sobre el peso. ¿La razón? Es la hormona encargada de estimular el hambre y reducir el gasto energético del organismo.

Aunque el sueño sea importante para adelgazar sin hacer ejercicio, curiosamente hacer ejercicio contribuye a la calidad del sueño. Y no por puro cansancio físico.

Cambia de hábitos para evitar el sedentarismo: si te sigues preguntando cómo perder peso rápido sin hacer ejercicio, tendrás que asumir que al menos deberás cambiar de hábitos para evitar el sedentarismo. Aunque no hagas tablas de ejercicios en el gimnasio o en casa, ni hagas deporte, ni trabajes con máquinas de ejercicio, debes moverte para adelgazar.

¿Cuál es la forma de hacerlo? Modificando algunas conductas y hábitos diarios, que te permitan estar en marcha y abandonar el sedentarismo.

Por ejemplo:

- Evita el uso del ascensor y sube y baja escaleras.

- Aumenta la intensidad de trabajo en las tareas diarias que impliquen algún tipo de acción física. Ya sea cocinar, hacer la compra o cualquier tarea doméstica.

- Siéntate sobre una pelota de pilates cuando veas la televisión o al trabajar con el ordenador. Así podrás ejercitar los músculos de piernas y glúteos mientras mantienes una postura adecuada.

Dale una oportunidad a los ejercicios de baja intensidad: aunque es posible adelgazar sin ejercicio es preciso que comprendas la importancia de incluir algo de ejercicio en tu vida además de combinarlo con dietas.

Una alternativa al ejercicio exigente es el ejercicio de baja intensidad. Este es especialmente recomendable si partes de un grado de obesidad alto, llevas una vida sedentaria o sufres problemas de salud que te dificultan o impiden hacer ejercicio físico de alta intensidad.

El ejercicio de baja intensidad es aquel que haces siempre al mismo ritmo y en el que tu frecuencia cardíaca no supera el 60%-70%. Este tipo de ejercicio no te fatiga y no te hace sudar. Pero pone en marcha tu cuerpo y te ayudará a estimular el metabolismo para que puedas adelgazar sin hacer ejercicio exigente.

Nadar, caminar o andar en bicicleta a un ritmo suave son algunas de las cosas que puedes hacer sin fatigarte. El yoga, hacer pilates o practicar tai chi también son buenas opciones. Poco a poco podrás ir aumentando el tiempo sin incrementar el ritmo, si quieres seguir mejorando los resultados de tu dieta con ejercicio de baja intensidad. O pasar a hacer ejercicio de mayor intensidad.

Es recomendable hacer ejercicio además de dieta si quieres obtener resultados más rápidos y que estos sean duraderos en el tiempo. De esta forma también ganarás en salud y mejorará tu sensación de bienestar, incluso aunque partas de un bajo estado de forma física o del sedentarismo.