El tofu es lo más parecido a un queso vegetal que se obtiene a partir del tratamiento de las semillas de soya, el cual se ha puesto bastante de moda en el mundo de la comida vegana y vegetariana. Sin embargo, el tofu no es tan bueno como lo pintan, y yo les voy a explicar el porqué:
A ver, ustedes saben que yo no soy muy amiga de la soya, pues, como les he dicho en otras ocasiones, el 90% se encuentra genéticamente modificada (GMO) y contiene una gran cantidad de antinutrientes como lectinas, goitrógenos y fitoestrógenos, que afectan en gran medida nuestro ambiente hormonal.
El tema con el tofu es que es un producto derivado de la soya, por lo que, independientemente de que esté de moda, no es lo mejor que pueden consumir para estar en forma y saludables. La única versión que recomiendo consumir es la fermentada, que por cada 100 gramos aporta 17 gramos de proteína y no genera efectos contraproducentes para nuestra salud.
Recuerden que la soya no fermentada es considerada un antinutriente capaz de generar problemas hormonales, de tiroides y otras enfermedades; así que, aunque el mercado los bombardee con productos “saludables”, sobre todo ahora que se ha puesto de moda el tema del vegetarianismo y veganismo, no compren cualquier cosa sin primero consultar fuentes verídicas e informarse de si es o no recomendable consumir esos productos.