¡Hay muchas razones para preferir la leche de almendras!
Ya les he comentado en varias ocasiones que la leche de origen vegetal es considerada una mejor alternativa que la leche de origen animal, pues esta última contiene principalmente lactosa, que es un azúcar simple que eleva los niveles de glucosa en sangre e insulina, y que puede sabotear por completo nuestra meta de perder grasa y mejorar la composición corporal.
Ahora, hay un tipo de leche vegetal que me encanta, no solo por su sabor, sino también por los múltiples beneficios que aporta, y es la leche de almendras.
Es altísima en fibra, por lo que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre e insulina, reduce los niveles de colesterol y triglicéridos, mejora los procesos digestivos y favorece el tránsito intestinal.
Además de esto, contiene un gran número de antioxidantes, vitaminas (principalmente de los grupos A, B y E) y minerales esenciales (como potasio y calcio), lo que la hace una fuente de nutrientes de gran calidad.
Puede ser consumida incluso por aquellas personas sensibles o intolerantes a la lactosa, ya que, como les expliqué al inicio, este azúcar simple está presente únicamente en la leche de origen animal, no en la vegetal.
A diferencia de la leche animal, una taza de leche de almendras contiene entre 30 y 40 calorías, y nada de azúcar, por lo que es perfecta cuando la meta es perder grasa o lograr mayor definición corporal, marcar el abdomen, etc. Incluso puede tomarse en la noche, ¡es riquísima!
Si quieren comenzar a sustituir la leche de vaca por una alternativa de mejor calidad, aquí les dejo una receta sencillita para que puedan hacer su propia leche de almendras, desde la comodidad de su casa, y así tenerlas lista para hacer muchas más preparaciones con esta leche vegetal.