Si acabas de dar a luz y está desesperada por tener la figura que tenías antes de quedar embarazada, te digo que no debes estresarte, eso viene. Ya con el simple hecho de traer al mundo a tu bebé has perdido alrededor de unos 7 kilos, entre 3 o 4 del bebé, 2 litros de líquido y 1 kilo de placenta.
El estar embarazada es un proceso único y hermoso que debe ser disfrutado en toda su extensión. Los kilos extra de grasa que ganas durante este periodo pronto empezarán a desaparecer a medida que tu organismo lo permita.
La lactancia es una de las cosas que te ayuda a quemar calorías. Amamantar significa un gasto de energía, alrededor de unas 500 calorías extras. Mientras estás en la época de dar pecho no intentes perder peso, sino más bien concéntrate en no ganarlo.
Debes esperar a culminar la etapa de la lactancia para empezar un régimen estricto de alimentación y unas cuantas semanas para hacer ejercicio, así tu cuerpo se recupera de los cambios hormonales, comúnmente llamado cuarentena.
Enfócate en cuidar a tu bebé, alimentarlo, solo esto demanda muchísima energía. Trata de cuidar la calidad más que la cantidad de tu alimentación, come más proteína, verduras, carbohidratos buenos, frutas, vegetales y grasas buenas. Todos los macronutrientes son necesarios para que te mantengas de pie y sigas afrontando las tareas de ser mamá.
No tengas prisa, te lo digo por experiencia. Hay mujeres que en dos meses ya se han recuperado de una forma increíble, mientras otras tardan un poco más, tal vez un año. Todo depende de cada organismo. No te vayas a los extremos para recuperar tu cuerpo, trata de comer lo mejor posible, en la medida que el organismo lo permita haz ejercicio siempre con la autorización de tu médico y sobretodo dedícale tiempo a tu bebé que es lo más importante.