Cuando alguien me dice que está haciendo mucho ejercicio pero que no ve cambio por supuesto que le digo "revisa tu dieta". Porque la mayoría ven el gimnasio como la panacea para comer de todo o son aquellos que comen "sano" pero no para un objetivo y por supuesto, nada que ven cambios. Pero si no eres de ese grupo, y sí estas siguiendo un súper plan de alimentación, vas al gimnasio pero las carnes siguen ahí, igualitas, hay que fijarse en qué es lo que está pasando en ese establecimiento. Es decir, una inscripción al gimnasio no te hará perder grasa o formar músculo por arte de magia. Puede que estés haciendo muchas cosas pero igual, perdiendo tiempo. Ahí es cuando tienes que ver que no estés pasando más tiempo dando vueltas que haciendo lo que deben hacer: ejercitarse.
Porque perder tiempo en el gimnasio es facilísimo. Aquí te señalo los escenarios que te llevarán a quemar un total de casi nada de calorías:
Eres demasiado social y simpático: Mira, ok, si tienes tus amiguitos de gimnasio pues finísimo. Es perfecto que tengas un grupo de gente que te entusiasme a hacer ejercicio. Pero si de las dos horas que pasas allá se te va una y media en chismear con los cuentos, es hora de que cuadren una reunión el fin de semana para que se pongan al día y hagan lo que tienen que hacer en realidad. Haz tus ejercicios, y el cuento sobre "sabías que fulanito llamó a fulanita" lo dejas para cuando estén en los vestidores y no en las máquinas. Además, piensa en esas almas desesperadas y apuradas que están esperando que tu termines tu cuento para usar esas mancuernas.
Estas muy enamorado de tu rutina: Puede ser que de verdad, pero de verdad ames esa clase de spinning. Que la zumba es lo máximo que hay en tu vida o que te sientes como Hulk después de cada sesión de Body Pump pero para ver avances en tu cuerpo, pues tienes que variar un poco. En la variación es que está el gusto y de verdad que hacer distintos ejercicios llevarán a tu cuerpo a otro nivel. Prueba cambiando clases cada 6 semanas. Te sentirás como nuevo (si, literalmente el nuevo de la clase cada cierto tiempo).
Usas la mismas máquinas siempre, siempre, siempre: Esto aplica tanto al cardio como a las pesas. Con el cardio si estas en un gimnasio más o menos, por lo menitos deben tener una caminadora, una bici y una elíptica. En otros tienen un montón más. Así tengan sólo dos, no te quedes pegada a una sola. Dale ese empujón que necesita tu cuerpo cambiando de actividad. Más si cambias de cardio tradicional a unas sesiones de HIIT. Y con las pesas, lo mismo. Quedarte en el "confort" de las máquinas no reta tus músculos. Las pesas libres obligan a tu cuerpo a mover otros músculos así estés haciendo un ejercicio aislado. Siempre es un buen combo.
Vas sin un plan y totalmente perdido: Quizás no te gustan las clases, o te gustan pero no sabes cuales. Quizás quieres hacer pesas pero no tienes ni idea de por dónde empezar. Entonces vas y pierdes tu tiempo. Lo mejor que puedes hacer es tener un plan, algo que te diga que hacer primero, que hacer después. Así no te pasas el tiempo paséando sin saber qué hacer.
Te lo tomas con demasiada calma: La cosa es que tienes que tomarte tu tiempo entre repeticiones cuando haces pesas. Eso es perfecto. Pero hacer sets con media hora de separación, tomarte fotos cada vez que terminas un curl de bíceps, mandar mensajes o hablar (con los amiguitos esos del primer punto) cada vez que medio hagas un movimiento, no vas a ver resultados. Trata de centrarte en tu ejercicio y sufrirlo (disfrutarlo pues). Eso hará que de verdad sientas el esfuerzo en tu entrenamiento.
Ahora te toca a ti, revísate y ve si en tu rutina estas metiendo algunas actitudes. Si es así, pues córtalas como si fuese mala hierba y sácale más provecho a tu rutina de ejercicio.
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