¿Será inteligente consumir absolutamente todos los alimentos crudos en lugar de cocidos? Pues no. Algunos alimentos son mejores crudos y otros son mejores cocidos. Los vegetales tienen cientos de fitoquímicos, antioxidantes y nutrientes que tienen propiedades anticancerígenas y protegen de múltiples enfermedades. En ciertos alimentos algunos componentes se destruyen con la cocción y en otros los efectos se potencian e intensifican.

Por ejemplo, los tomates y el pimentón rojo son altos en un antioxidante llamado licopeno que ayuda a prevenir el cáncer y otras enfermedades. Para el cuerpo es más fácil utilizar este antioxidante cuando está cocido, e incluso más si se acompaña de alguna grasa buena como aceite de oliva, aguacate o aceitunas.

Hay vegetales como el brócoli o el coliflor que son buenos en ambas formas pero mejor aún crudos, pues cuando los cocinas mucho destruyes el sulforafano, un compuesto con efecto antioxidante que podría modificar la expresión de algunos genes implicados en el control del cáncer. Igual pasa con el repollo y la col rizada (kale), el problema es que estos alimentos son muy difíciles de digerir y pueden causar molestias gastrointestinales si se consumen crudos.

Otro alimento con doble cara es la zanahoria, en su forma cruda aporta más polifenoles, que son antioxidantes que previenen enfermedades cardíacas y el cáncer, y tiene menor carga glucémica, pero cuando las hierves destruyes los polifenoles, elevas la carga glucémica y al mismo tiempo también se minimiza la vitamina C. Cuando la cocinas horneada se potencia el betacaroteno, que es otro antioxidante superpotente que el cuerpo convierte en vitamina A.

La espinaca, los espárragos, los hongos y el pimentón son vegetales que aportan más beneficios cocidos que crudos. Tienen más antioxidantes disponibles de esta forma.

Entonces, ¿qué hacer? Comer los vegetales en ambas formas, tanto crudos como cocidos, y preferir como método de cocción el vapor, pues esta técnica permite que se conserven más las vitaminas hidrosolubles como las vitaminas B y C. También horneados preservan mayor contenido de antioxidantes. Desde todo punto de vista lo peor es hervirlos. Si tienes gastritis o colon irritable consulta con tu doctor sobre la mejor opción para ti.