Siempre digo que no debemos satanizar los alimentos, cada uno de ellos nos aportan nutrientes necesarios para poder vivir.
En el caso de los carbohidratos, como ya he dicho en infinidad de oportunidades que son la gasolina que hace que el cuerpo arranque a realizar sus actividades, sin estos simplemente estaríamos sin energía y nos costaría más movilizarnos.
Eso si estos se dividen en simples y complejos unos son muchos más calóricos que los otros y que no se trata de no consumirlos nunca sino saber cuándo y cómo para aprovecharlos mejor y nos ayuden a llegar a nuestra meta.
La realidad es que no existe una hora precisa para consumir carbohidratos, si es cierto que la hora en la que es ideal consumir la gran mayoría de ellos es en la mañana porque tienes todo el resto del día para quema y gastar esa energía calórica, pero también depende de tu actividad física.
Si por ejemplo, eres una persona que se levanta temprano se va al gimnasio y luego va a la oficina o la universidad, por supuesto que el deber ser es que comas un desayuno lleno de carbohidratos buenos porque vas a tener un mayor desgaste calórico a esas horas matutinas.
De lo contrario, si eres una persona que tiene unas mañana tranquilas en el trabajo y eres de los que no se mueve de la oficina hasta el horario de salida y realizas ejercicio en la noche, entonces tu ingesta de carbohidratos debe ser antes y después del entrenamiento.
Antes para tener energía al realizar el ejercicio, de nada vale ir al gimnasio si no tienes fuerza para hacer la rutina bien. Y después para reponer la energía gastada, y tu cuerpo no busque comerse el musculo por no reponer el alimento dentro de los 45 minutos después de la actividad física.
Recuerda que el consumo de carbohidratos depende de tu actividad física diaria y tu necesidad caloría y por supuesto tu horario para el ejercicio. Siempre cómelos con moderación sin suprimirlos, es lo peor que puedes hacer. Al estudiar cada uno de estos factores y ponerlos en práctica veras más rápido los resultados.