- Te sientes exhausta y no con más energía.
- Tus músculos permanecen adoloridos por un tiempo más largo que lo normal después de entrenar, afectando al mantenimiento del peso de tu cuerpo al moverte.
- La frecuencia cardiaca en reposo está más elevada de lo normal, esto es señal de que necesitas descanso.
- Tu flujo vaginal, llamado loquios, se vuelve más rojo y es más abundante.
- El sangrado vaginal vuelve a aparecer después de que parara.
- Sientes más dolor mientras haces ejercicio, bien sea en las articulaciones o en los músculos. También si sientes cualquier dolor relacionado con el parto.