Comprometerse con un cambio de vida para mejorar tu bienestar físico y emocional es una tarea ardua, pero que vale la pena. El 2020 comenzó hace algunas semanas y de seguro hiciste tus resoluciones, ¡perfecto! Pues es hora de emprender camino hacia ellas. Querido diario de metas, este año no voy a improvisar con mi salud, ni mis emociones y mucho menos con mi alimentación, por eso:
- Escribiré y leeré a diario mis objetivos planteados para no perder el foco.
- Fijaré fechas en calendarios para evaluar progresos y apegarme a la organización como eje central de mis conquistas.
- Identificaré mis patrones de conducta alimentaria para describir cómo me siento, a qué hora me da ansiedad y así anticiparme a las situaciones.
- Buscaré el tiempo necesario para realizar una actividad física que me haga mejorar mi condición.
- Llenaré mi nevera y despensa de alimentos saludables, para no caer en tentaciones.
Luego de esbozar estas peticiones en nuestro querido diario de metas, es necesario reconocer que toda transformación toma su tiempo. Un cambio importante se nota luego de 12 semanas. Por ello, lo mejor es plantearte metas sencillas y concretas en un lapso moderado.
Perder una o dos tallas de ropa en tres meses, incluir dos porciones de vegetales más al día, eliminar el azúcar, disminuir las bebidas alcohólicas, hacer cinco minutos más de cardiovascular, subiendo la intensidad, etc.
Se trata simplemente de respetar el tiempo natural de las cosas y trabajar con los pies en la tierra para no desistir. ¡Sí se puede!