En tiempos de mucha angustia y ansiedad, es casi un hecho que comemos más de la cuenta y nos cuesta mucho asumir las consecuencias más adelante, ya sea por una situación puntual de la vida, problemas personales, algún reposo forzado, etc. Por eso es preciso tener en cuenta algunos tips, para no perdernos del todo en este período y seguir dándole a nuestro cuerpo lo que necesita para que funcione bien, solo así se podrá enfrentar la ansiedad y salir airoso. ¡Sí se puede!
Como por lo general cuando pasa esto dejamos de lado el ejercicio y hay más sedentarismo, es recomendable bajar los carbohidratos a 50-80 g al día, esto ayuda a que mantenerse sea más fácil.
Una dieta baja en carbs, alta en proteína, con algo de fruta, en la que aproximadamente el 15%-20% de las calorías que se consuman provengan de los carbohidratos es uno de mis métodos favoritos. Al bajar los carbohidratos y mantener las proteínas arriba, ayudas a mantener la masa muscular, a controlar el apetito, sin contar tanto las calorías. La base de todo aquí será la moderación, como en buena parte de la vida, no es necesario que seas tan estricto, ya la situación que te trajo a este estado es bastante compleja.
Si llevas un conteo explícito de tus macronutrientes, sabes cuál es tu número de calorías de mantenimiento y esto es suficiente, por lo general ya debes conocer tu cuerpo y saber qué es lo que él necesita.
Lo importante para enfrentar la ansiedad y salir airoso, a pesar de cualquier distracción: cuidar porciones, el tipo de macronutriente que más vas a consumir y la calidad de los alimentos. Tú mismo tienes el control.