En ocasiones llegamos a tener ideas erradas de lo que consumimos, en este caso, el sodio. Este mineral es necesario, ya que nos asiste en la contracción muscular, ayuda a mantener un balance hídrico dentro del cuerpo junto con el potasio, entre otros. 

Se recomienda consumir de 1.500 a 2.000 miligramos de sodio al día. Este mineral lo podemos encontrar en productos como: enlatados, quesos, aceitunas, panes y bebidas gasificadas. Estos pueden generar inflamación, retención de líquidos y celulitis. 

Por eso hay que tratar de minimizar la cantidad de productos procesados y reemplazarlos por alimentos naturales que contengan sodio, como por ejemplo: las espinacas, las acelgas, los camarones, la remolacha, etc. 

Algo que puede ayudar significativamente es intentar que la alimentación sea lo más natural posible, entre 85 % - 90 % de lo que se consume, y el otro 10 % - 15 % sea flexible con los productos procesados. Es importante tener el sodio regulado, ni muy bajo, ni muy alto, ya que este realiza funciones que ayudan a llegar a las metas planteadas, y si este se sale de su rango puede sabotear los esfuerzos realizados, si estás buscando perder grasa.